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miércoles, 25 de agosto de 2010

TIWANAKU

INTRODUCCION
Tiahuanaco o Tiwanaku es un antiguo complejo arquitectónico y actual yacimiento arqueológico de Bolivia, ubicado en altiplano central de boliviano a 20 km al sureste lago Titicaca.
La magnificencia de su cultura se refleja en su excelente obra cerámica con los famosos queros (vasos ceremoniales), los huaco-retratos (retrato tridimensional de un rostro humano en una vasija) así como los textiles y sobre todo en las construcciones arquitectónicas, muchas de las cuales poseen orientación astronómica.
DESARROLLO
Esta cultura se inició alrededor del 1500 a.C., y colapsó alrededor del año 1100 a 1200 d. C. Dada su antigüedad, algunos estudiosos propusieron que Tiahuanaco fue la cultura madre de las civilizaciones americanas, mientras que otros la consideraban como la capital de un antiguo imperio megalítico, o de un gran imperio que se expandió por todos los Andes Centrales.
Se ha escrito y discrepado mucho respecto al significado y etimología del nombre Tiwanaku o Tiyawanaku. Se han presentado hipótesis partiendo tanto del aimara como del quechua sureño, pues en ambos idiomas existen voces similares a la descomposición de esta nominación. Aunque se debe destacar que el quechua llegó tardíamente al altiplano, y que es más bien el aimara la lengua que aún se habla en la región donde está emplazado este recinto.
El nombre original en Aymara del lugar de Tiahuanaco no era el que conocemos hoy, sino que se llamaba "Taypicala", que en Aymara quiere decir "La piedra en el centro", demostrando que, para sus habitantes, el centro ceremonial de Tiahuanaco era el centro de todo su universo conocido.
Tiyay (sentarse) y wanaku (guanaco), es decir: «Siéntate, guanaco»
Sut'iyay (alborada) y wañuq (participio del verbo morir), lo cual significaría: «Alborada moribunda» (gramaticalmente erróneo, lo correcto sería wañuq sut'iyay)
Tiahuanaco es una de las cultura más longevas de América del Sur, con 27 siglos y medio de duración desde el año 1500 A.C. al 1200 D.C. La urbe prehispánica de Tiwanaku fue la capital de un extenso estado andino que comprendía el territorio nombrado como Los Andes Centrales (en aquel entonces los países aún no estaban formados) que abarcó parte de Perú, casi toda Bolivia y parte de Chile. Esta cultura se caracteriza por haber conocido el bronce, lo que le dio una gran ventaja tecnológica y militar con respecto a las otras culturas de América en aquellos tiempos; prueba de ello es que se han encontrado uniones de bronce en sus construcciones, utensilios y armas.
La capital de este imperio es Tiwanaku llamada también Taipikala; se halla 70 km al noroeste de la ciudad de La Paz, por carretera, y a una altura de 3.885 msnm a 15 km del Lago Titicaca. Según Alan L. Kolata, arqueólogo norteamericano que realizó sucesivas excavaciones en este sitio durante los años ochenta y principios de los noventa, alrededor del año 1000 la ciudad tenía una población de 115.000 habitantes, junto con otros 250.000 en los campos circundantes.
Pero para muchos, estas cifras son muy elevadas; se dice que es más probable que la ciudad haya alcanzado en su apogeo una población de veinte o treinta mil personas. Esta cultura extendió sus dominios físicos a 600.000 km², aproximadamente.
Las características de construcción de la capital son únicas y espléndidas, confluyen en ella, arquitectos planificadores, que con un singular dibujo de líneas simples diseñaron fastuosos templos; los ingenieros calcularon las inclinaciones de los muros, y con una excelente técnica urbanística crearon redes superficiales y subterráneas de canales para eliminar las aguas pluviales y servidas.
Los picapedreros cantearon piedras de excelente oficio; los metalurgistas fabricaron planchas para los bajorrelieves iconográficos, logrando cubrir portadas de monumentos con metales áureos, que centelleaban bajo el sol. Los sabios orientaron los templos astronómicamente con una precisión asombrosa. Multitudes de hombres cortaron la piedra en lejanas canteras y luego la transportaron a la gran urbe.
Tiwanaku irradia cultura, allí se concentra el saber y dominio de la ciencia y se ama y amparan las bellas artes. La influencia de Tiwanaku se advierte en monumentos de Perú, Ecuador, y en comunidades de la isla Marajó en la desembocadura del río Amazonas. El sello de esta cultura también se encuentra en objetos cerámicos o de metal que fabrican las comunidades del norte de Chile, norte argentino, sur peruano, oriente boliviano, etc.
Esta cultura, considerada como la más importante del período precolombino en territorio boliviano, logró no sólo grandes avances en la ciencia y arte, sino que creó una excepcional técnica de cultivo en camellones para las tierras planas y en andenes (o terrazas) para las laderas. Sin lugar a dudas, ejerció una poderosa influencia en otras culturas.
Artículo principal: Cultura Tiahuanaco
Se han establecido hasta el presente, de acuerdo con las excavaciones realizadas por la Dirección Nacional de Arqueología y Antropología, la división de la cultura Tiwanaku en 3 fases: Aldeano (Épocas I y II; 1500 a. C. - 45 d. C.), Urbano (Épocas III y IV; 45 d. C. - 700 d. C.) y Expansivo (Época V; 700 d. C. - 1200 d. C.).

En el siglo II de nuestra era Tiahunaco dejo de ser la aldea concentrada de los primeros tiempos para convertirse en la gran urbe ceremonial que tiene dos centros dominantes: el conjunto de Akapana con los edificios que la rodean y el Puma-Punko situado al sud-oeste de Akapana. Ambos muestran la estructura doble de Tiahunaco, que evidencian la visión propia de la sociedad andina, división que pervive hasta la llegada de los españoles y aun después. Todas las ciudades andinas, incluyendo Cusco, se dividen en dos; Anan (los de arriba) y Urin (los de abajo).

En el siglo VIII de nuestra era, Tiahunaco se expande sobre la base de de los enclaves preexistentes, tanto en la costa como en los valles mesotermos; así mismo extiende su poderío sobre el altiplano y la sierra. Esta expansión fue posible gracias al dominio del bronce que le permitió una gran superioridad militar. La expansión se evidencia por la difusión de los símbolos y elementos Tiahunacotas, que aparece en la cerámica y los textiles de todo el ámbito conquistado. Esta expansión llega hasta el norte de Chile (San Pedro de Atacama) y muestra relaciones con la cultura de la Aguada de la Argentina, deja su huella en los valles de Cochabamba y avanza por el norte hasta la ciudad de Huari, cerca de Ayacucho; allí modalidades propias. La ciudad de Huari es un foco de expansión tiwanakoide sobre las culturas del norte de Perú. La ciudad propiamente dicha, con sus grandes murallas de piedra cortada, es diferente a Tiahunaco, con excepción del sitio de "Cheqo Wasi" cuyas cámaras, realizadas con grandes bloques, recuerdan a la urbe altiplánica. Otro tanto puede decirse de los estratos interiores, recientemente excavados, con muros de sillar pulimentado de tipo Tiahunacota.

Las modalidades más conocidas de la cerámica Huari son Robles Moko, con motivos tiahuanacotas pero de formas globulares, así como los vasos de Pacheco con figuras similares a la puerta del sol. Después del siglo VIII se establece un gran imperio pan-andino que se expande hacia el pacifico y hacia el norte a través de Huari, índice sobre las culturas Moche Nazca, y al sur, a través de Tiahunaco, llega hasta el norte de Chile y el norte de Argentina.

En el siglo XII el colapso es inevitable y en la región donde floreció Tiwanako aparecen arios señoríos aimaras, denominados reinos collas.[1]

Existen muchas investigaciones en las que se establecen épocas diferentes de esta cultura. Al ser tan antigua es difícil establecer años exactos. Muchos investigadores tienen en cuenta esta división mientras que muchos no la consideran válida esta hipótesis ya que Tiwanaku no presenta patrones diferentes en los relieves o en su arquitectura, con el paso del tiempo.
Área cívico-ceremonial de Tiahuanaco
Constituye la parte más importante de la cultura tiwanakota y de su principal urbe. Se extiende por una superficie de 600 hectáreas aproximadamente. En esta ciudad se aprecia la magnificencia de lo que fue su arquitectura; las distintas expresiones artísticas y tecnológicas hablan por sí mismas de su elevado grado de perfección. Los grandes templos tienen el cielo por bóveda, los muros que cierran los espacios sagrados se alzan en "tabla-estacado", los segmentos de sillares se adosan a gigantescos pilares logrados con un solo bloque de piedra. Acudiendo a la construcción de varias terrazas escalonadas se construyen inmensas pirámides. Todos los templos de la urbe fueron orientados astronómicamente.

Destacan impresionantes estructuras: Kalasasaya, Templete Semisubterráneo, Kantatayita, Pirámide de Akapana, Pumapunku, Kerikala, y Putuni. El "Museo Regional de Tiwanaku" exhibe parte de una importante colección obtenida del mismo sitio, apreciándose hermosas piezas de cerámica, líticas, metálicas, artefactos fabricados en hueso, restos humanos, etc. que fueron rescatados a través de diferentes excavaciones científicas en el área.
Templo semisubterráneo
Ésta es una de las más acabadas realizaciones arquitectónicas de la época de esplendor de Tiwanaku. Se halla a más de 2 metros por debajo del nivel del área circundante, de planta casi cuadrangular, está conformada por muros con 57 pilares sustentantes de arenisca roja y sillares del mismo material. Estos muros están adornados interiormente por 175 cabezas enclavadas, en su mayoría trabajadas en piedra caliza. Todas las cabezas son diferentes entre sí, mostrando rasgos de diversas etnias.

Se debe destacar, en este templete, el sistema de drenaje, elaborado mediante canales hechos en piedra, con un perfecto declive del 2% que aún funciona en la actualidad, y que desembocan en un recolector.

Empotrada en el piso del templete se hallaba la mayor pieza antropomorfa, conocida como monolito "Pachamama" (o también Estela Benett), que fue llevada a La Paz a la plaza que está junto al estadio Hernando Siles. Actualmente ha retornado a Tiahuanaco para ser instalada en un museo construído especialmente para que los turistas puedan apreciar el monolito Benett. Esta pieza, mide 7,30 m y tiene un peso aproximado de 20 t.

Contrastando con la perfección del conjunto y detalles de la Estela Benett, se encuentra en el Templete el "Monolito Barbado" o "KonTici Wiraqocha" (Señor de las Aguas, con barbas, y vestido con una larga saya) esculpido en roca arenisca, que se halla acompañado de otras dos estelas menores, todas excavadas en el mismo sitio.

Kantatayita (Luz del amanecer)
En esta estructura de planta rectangular se encuentra un dintel de arco rebajado –en dura andesita gris– que es una de las piezas más extraordinarias en cuanto a sus detalles de acabado, presentando un friso con depurado trabajo iconográfico. Por sus características, es probable que esta pieza hubiera estado cubierta por planchas metálicas de oro, y que los conquistadores causaran los graves daños que evidencia, cuando extrajeron el dorado recubrimiento. Es importante señalar que esta pieza es la prueba del empleo de detalles curvos en la arquitectura de Tiwanaku.

También en este sitio se encuentra una pieza sorprendente, es una "maqueta" de alguno de los edificios de la urbe, hecha por arquitectos tiwanakotas en un enorme bloque de piedra donde se ven reproducidas pequeñas escalerillas y patios diminutos, lo que nos demuestra el altísimo grado tecnológico de esta civilización.
Pirámide de Akapana

"Akapana" es una imponente estructura piramidal, con 8.000 metros de perímetro, 7 terrazas escalonadas, 18 metros de altura. En su cima, de acuerdo a las crónicas, existían bellas edificaciones. Los muros de sostén de la primera terraza fueron revestidos con piedra almohadillada y los siguientes con sillares de litos canteados en perfecto corte; estas diferencias en cuanto a técnica constructiva, hacen presumir que la obra fue completada en mucho tiempo. En la cima existía un templete semisubterráneo que habría tenido una planta cruciforme escalonada a la manera de una cruz andina.

En el siglo XVIII, el español Oyaldeburo excavó la pirámide -en busca de tesoros- horadándola desde la cima y echando los escombros a los costados.

El acceso principal a este monumento se halla ubicado al oeste, donde existían –sobre pedestales– piezas esculpidas en basalto negro del famoso "hombre puma" denominado también "chachapuma".

Actualmente, la Pirámide de Akapana está siendo desenterrada nuevamente, tras permanecer olvidada bajo escombros durante siglos.
Kalasasaya
Todos los templos de la urbe se orientan astronómicamente. Así en Kalasasaya (kala = piedra; saya o sayasta = parado) o Templo de las Piedras Paradas, se verificaban con exactitud los cambios de estaciones y el año solar de 365 días. En ambos equinoccios (otoño: 21 de marzo y primavera: 21 de septiembre) el sol nacía por el centro de la puerta principal de ingreso, a la que se accede por una magnífica escalinata. En el solsticio de invierno (21 de junio) lo hacía en el ángulo murario N.E. y en el solsticio de verano (21 de diciembre) se marcaba por el ascenso en el ángulo murario S.E. Este muro es conocido como "pared balconera" o "chunchukala".

El Templo de las Piedras Paradas cubre aproximadamente dos hectáreas y su estructura está basada en columnas de arenisca y sillares cortados, dispuestos entre éstos, sobresalen gárgolas o goteros de desagüe para las aguas de lluvia.

En el interior pueden verse los restos de lo que habrían sido pequeñas habitaciones semi-subterráneas dispuestas de manera que se localizaban siete a cada lado del patio. En el recinto existe un muro cuya base es de sillares de arenisca que logra cerrar los sectores este, norte y sur, dejando a ambos costados una especie de atrio que separa el recinto central o "ceremonial". En este segundo muro, hacia el lado norte, se observan dos bloques en los que, en su tercio superior, se practicó un orificio que imita, a escala, un aparato auditivo humano, y mediante el cual se pueden escuchar ruidos o conversaciones que se producen en sitios alejados. Estos "amplificadores de sonidos" nos permiten deducir que en el mundo precolombino se conocía y aplicaba la acústica.

En Kalasasaya existen tres importantes esculturas: la Estela Ocho (Ponce), el monolito El Fraile y la Puerta del Sol. En el monolito Ponce se aprecian finos grabados iconográficos como hombres alados, peces, cabezas de puma o de camélidos, cóndores, águilas, símbolos escalonados; en el más puro arte tiwanakota. La estela "El Fraile" no está adornada, es una pieza labrada en arenisca veteada, mostrando un enigmático personaje que lleva un báculo y un keru en las manos; porta una faja ventral donde se aprecian algunas huellas en relieve de cangrejos.
La Puerta Del Sol
Este hermoso portal lítico –trabajado en un solo bloque de piedra andesita de aproximadamente 10 Tn. de peso– no fue, en el pasado, una pieza aislada sino, más bien, parte de una edificación mayor que pudo ubicarse en la cima de la Pirámide de Akapana o en el mismo kalasasaya, donde existen varias piezas del mismo material que esta puerta.
Putuni
Llamada también "Putuputuni" = (donde hay huecos) se conoce como el "Palacio de los Sarcófagos". Presenta una planta rectangular, con una plataforma de 1,20 m. de alto. En los muros interiores se encuentran cámaras funerarias con acceso al patio central. Es notable en estas cámaras, el sistema de cerramiento que consiste en una "puerta corrediza" de piedra, que se desliza al ser humedecido el piso.

La entrada muestra rebajes escalonados que terminan en un pórtico (hoy desmantelado). En la parte oeste de la plataforma y a una profundidad de unos dos metros existen canales matrices que probablemente servían para evacuar aguas servidas y que conformaban uno de los más perfectos sistemas de alcantarillado.

Pumapunku es un área aproximada de dos hectáreas; se trata de una estructura piramidal a base de tres plataformas conformadas mediante sillares labrados, la planta es rectangular con dos aletas que se extienden de norte a sur en su sector este.

Esta edificación se erigió al finalizar el período clásico de Tiwanaku, ya que la técnica es mucho más depurada y evolucionada que el de otras construcciones, destacando el impecable manejo del material lítico.

En la parte superior de esta monumental edificación, se halla un pequeño templete con sus respectivos canales de desagüe. Hacia el oeste se observan los restos de lo que fue una escalinata de acceso. El recinto principal se halla en el sector noroeste, que aún tiene restos de una estructura ciclópea probablemente conformada por cuatro habitaciones, cada una de ellas con portadas talladas en andesita, similares a la Puerta del Sol.

Sobresale en este recinto ceremonial la presencia de grapas y anillos de cobre arsenical utilizados para la unión de los elementos constructivos, tanto en el sistema de canales de drenaje comno en el refuerzo de las plataformas. El piso circundante al templo fue hecho con una capa de arcilla coloreada con ocre rojizo.

Este colosal monumento, fue objeto de un saqueo inmisericorde desde la época de los incas, más acenfeaspo de la colonia y la República.

Pokotia
Pokotia està situado a 2 km de Tiwanacu. En el siglo XX fue hallado el enigmatico Monolito de Pokotia, que ahora se encuentra en el Museo de metales preciosos de La Paz.
CONCLUSION
Se piensa que fue el centro de una civilizacion antigua basada en la agricultura y la ganadería, la llamada cultura Tiahuanaco, que se caracteriza por su arquitectura decorada con relieves y planos incisos colocados sobre estelas, y que abarcaba el territorio actual del Lago Titicaca, entre el Perú y Bolivia. Está compuesto por siete construcciones arquitectónicas importantes: Kalasasaya, Templete Semisubterráneo, Pirámide de Akapana, Portada del Sol y Puma Punku.
Testimonio de una importante cultura preincaica, la cultura Tiahuanaco poseía un puerto en el Lago Titicaca aunque ahora se encuentre a 20 km de distancia de él.
BIBLIOGRAFIA
* Historia de Bolivia,5º edición, editorial Gsibert.
* Historia de Bolivia " José de Mesa, Teresa Gisbert y Carlos Diego Mesa Gisbert

viernes, 6 de agosto de 2010

Wankarani

WANKARANI

INTRODUCCION.
La cultura Wankarani se desarrolló en los actuales departamentos de La Paz y Oruro, al norte y noreste del Lago Poopó. Creció en base a asentamientos aldeanos, conoció la manufactura de cerámica y la escultura en piedra.

DESARROLLO.
La antiguedad de esta cultura se remonta al año 1.200 antes de nuestra era y pervive hasta el siglo segundo después de Cristo. Establecida en una región de puna donde las condiciones de vida son sumamente duras no llegó a desarrollarse plenamente, manteniendo su estado de tipo aldeano hasta sucumbir al influjo de la expansión tiahuanacota. Los hombres de la cultura Wankarani practicaron la agricultura y su economía se basjó en el pastoreo de camélidos de donde sacaban la lana para su vestimenta. Llevaban caravanas de llamas a través del altiplano, probablemente conectando las tieras altas con las costas del pacífico. Conocían la fundición del cobre por medio de huairas que son hornos de barro que funcionan con el viento y que se colocaban en lugares propicios. Usaban hojas de cuarcita y heliobasalto procedentes de las canteras de Querimita en sus instrumentos de labranza. La cultura Wankarani cuenta con 17 sitios entre los que sobresalen Pucara de Belén, Upsa-Upsa, Kella-Llollu y Wankarani propiamente dicho. Llegaron a tener algunas aldeas sobre las escribaciones del valle cochabambino.

Esta cultura se desarrolla durante el período Formativo y es anterior a la aparición de las altas culturas, como Tihuanaco. Sus aldeas están situadas sobre montículos algunos de los cuales son muy extensos, como el Upsa-Upsa que tiene 150 mts de longitud por 150 mts de ancho. Las casas son de adobe y de planta circular con un diámetro máximo de seis metros; posiblemente se cubrían de paja. Estas viviendas se hallaban muy próximas unas de otras en un asentamiento sumamente denso; la aldea se rodeaba de una muralla, como puede verse en Kella-Kollu, cuyo perímetro tiene cimiento de piedra. No hay diferenciación en las viviendas lo que hace suponer que estamos en una sociedad igualitaria, previa a la división de clases y a la concepción especializada del trabajo.

CONCLUSION.
No hay restos de construcciones correspondientes a centros religiosos, ni templos; tan solo se han encontrado cabezas de camélidos, especialmente llamas, tallados en piedra con un largo cuello espigado. No están asociados a ninguna pared por los que se supone que se clavaban enel suelo. Posiblemente responden a una concepción religiosa y ceremonial. La cerámica carece de pintura; son especialmente significativas las figurillas humanas modeladas.

BIBLIOGRAFIA.
http://historia.ibolivia.net